Utilizá el color para que tus hijos se adapten al nuevo hogar

Hacé que una mudanza de casa se convierta en una experiencia divertida y relajante para toda la familia gracias al color.

“Nos vamos a mudar y me preocupa cómo lo van a tomar los niños. ¿Qué puedo hacer para que se sientan como en casa?”

Mudarse es una experiencia muy emocionante para toda la familia, pero también puede desestabilizar un poco, sobre todo a los niños. De hecho, el 40% de los padres comentan que les preocupa que una mudanza pueda suponer un desarraigo para los niños.

“Los niños no manejan los cambios con facilidad”, dice la psicóloga infantil Lynette Fry. “Necesitan estabilidad y una rutina, y las mudanzas son todo lo contrario”.

Los colores que elijas para la habitación de tu hijo pueden ser decisivos en su percepción del nuevo entorno ya que proporcionan esa sensación de seguridad y alegría que tanto añora.

Probá estos excelentes consejos sobre color para ayudar a tu hijo a sentirse como en casa en su nuevo entorno:

Después de una mudanza, transmití a tus hijos una sensación de estabilidad pintando su nueva habitación del mismo color que la antigua.

1) Dar coherencia a través del color

Después de una mudanza, una de las formas de transmitir a tus hijos una sensación de estabilidad es pintar su nueva habitación del mismo color que la antigua.

Así conseguirás que el nuevo espacio parezca más familiar y acogedor, además de hacer que los niños se alegren de estar allí.

Creá un refugio tranquilo para tus hijos con tonos pastel relajantes en su habitación.

2) Mantené la calma con tonos pastel

Las mudanzas son una experiencia estresante, así que probá a crear un refugio tranquilo para tus hijos con ayuda de tonos pastel relajantes.

Podés elegir prácticamente cualquier color; la clave reside en reducir la intensidad de los tonos para dar un aire tranquilo y relajado.

¿Qué pinturas elijo? Probá Crema de Vainilla, Virtuoso o Brisa Fresca.

El uso de tonos cálidos, como los amarillos luminosos, levantará el ánimo de tus hijos.

3) Pintá con tonos alegres

Los tonos cálidos, como los naranjas y los amarillos luminosos, levantan el estado de ánimo, así que pintá la habitación de tu hijo de estos colores para que vea con buenos ojos el nuevo hogar.

¿Qué pinturas elijo? Probá Limón Pálido y Naranjal.

El verde proporciona una sensación de equilibrio y armonía, justo lo que necesitan los niños después del estrés de una mudanza.

4) Probá tonos verdes que combinen entre sí

El verde proporciona una sensación de equilibrio y armonía, justo lo que necesitan los niños después del estrés de una mudanza.

Aplicá varias capas de diferentes tonos verdes, desde tonos tranquilos y suaves a tonalidades más vivas y estimulantes.

¿Qué pinturas elijo? Probá Nido Silencioso, Pino y Verde Helecho.

Si querés trasmitir orden y estabilidad, el azul es una buena opción ya que es el color más relajante de todos.

5) Restablecé el orden con el azul

El azul suele transmitir una sensación de orden. Además, es el tono más relajante de todos los colores: rodearte de azul en una habitación puede bajar la presión arterial y el ritmo cardíaco.

Si estás preocupado de que los pequeños de la casa se estresen después un cambio de casa, pintá su habitación de azul para hacer que se sientan más tranquilos y asegurarles que todo está bien y las cosas siguen igual.

Además, el azul no es solo para niños. Para la habitación de tu pequeña, elegí un tono vivo y decorá con accesorios, como almohadones y ropa de cama en tonalidades rojas y amarillas, para obtener un diseño lleno de color.

¿Qué pinturas elijo? Probá Azul Discreto, Aguas de Lisboa o Hortensia Perfumada.

Mejor consejo

Una vez que acabes de pintarla, dejá que los niños participen en la elección de los accesorios para su habitación a modo de juego. Así se van a sentir más a gusto en el espacio y más contentos de estar allí.

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