Nuestra experta en color revela sus secretos para una habitación de bebé perfecta

«Estoy planificando la habitación para el nuevo bebé y me vendría bien algún consejo de expertos, especialmente sobre cómo usar el color. ¿Podrían ayudarme?»

Cuando ella supo que esperaba una nena, sabía que tenía ante sí un desafío decorativo. La única habitación que le sobraba en su casa era pequeña y no tenía demasiada luz natural.

Como experta en color, conoce la importancia que tienen el color y los patrones para el desarrollo del bebé, así que incorporar tonos brillantes sin sobrecargar el espacio era su primera prioridad.

También quería usar accesorios y soluciones de almacenamiento inteligentes para abrir la habitación y crear la sensación de espacio.

Veamos cómo diseñó la habitación perfecta para su pequeña bebé:

Un esquema solar

El esquema de colores de la habitación del bebé es blanco, amarillo ocre y rojo rosáceo. Para crear este esquema, primero elegí un amarillo cálido atenuado como punto focal de la habitación. El espacio es pequeño, pero el ocre amarillo capta la luz del sol todas las mañanas, lo que le da un maravilloso brillo cálido y una sensación de luz solar.

Después lo combiné con un rosa atenuado que solo contenía un pequeño toque de rojo: esto le dio a la habitación un toque moderno que también evocaba dulzura. El amarillo y el rosa son colores cálidos y combinan a la perfección.

¿Qué colores?

Corona Dorada
Rosa Menta
Sombra Pálida

El poder de las plantas

Me gusta tener muchas plantas en la casa. Le dan a la habitación una sensación agradable, fresca y humana.

La habitación de nuestro bebé es bastante pequeña, así que decidí comprar una sola planta grande y usarla para llamar la atención. La coloqué en una silla junto a la pared ocre porque el verde y el amarillo combinan muy bien, ambos son colores naturales y se contrarrestan de forma hermosa.

Almacenamiento inteligente

Al disponer de poco espacio de almacenamiento, teníamos que aprovechar al máximo el que teníamos. Ello significaba colocar en la habitación solo objetos básicos. Nos decidimos por un armario blanco y un conjunto de estantes flotantes para guardar los peluches y los demás objetos del bebé, además de sus libros preferidos.

Pintamos el armario y los estantes de blanco y los colocamos en una de las paredes blancas. El blanco del armario y el blanco de las paredes se funden y producen un efecto óptico que hace creer que la habitación es más espaciosa de lo que es.

Espejo mágico

En la otra pared blanca, colocamos un gran armario con puertas de espejo que cubría casi toda la pared. Un espejo es una forma inteligente de crear la sensación de espacio, ya que refleja la luz por toda la habitación y hace que esta parezca del doble de tamaño.

Si colocás un gran espejo en una pared, por ejemplo, darás la impresión de que la habitación es más amplia tanto a lo ancho como a lo alto. Además, ¡a los bebés les fascinan los espejos!

Toques finales

Los muebles que compramos son básicos, sencillos y blancos, porque queríamos que la pared amarillo ocre fuera la parte principal de la habitación. Elegimos telas de un atenuado gris turquesa tanto para la cuna como para la silla para así contrarrestar los tonos cálidos de las paredes rosa y amarilla. El verde y el gris destacan frente a la pared ocre.

Colocamos la cuna en el centro de la habitación para que esta fuera más espaciosa. De ese modo, podíamos caminar alrededor de Mía y echar un vistazo a toda la habitación. Para hacerla más acogedora, colgamos un mosquitero alrededor de la cuna para crear un espacio envolvente en el que dormir.

Consejo especial

Al usar dos colores cálidos, como amarillo y rojo rosáceo, añadí mucho blanco para equilibrar el espacio y permitir que los acentos de color brillen por sí mismos.