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Ampliá el espacio con estas 5 asombrosas ideas para habitaciones de bebé dos en uno
Te explicamos cómo crear una habitación de bebé bonita y práctica.
«Esperamos a nuestro primer hijo y necesitamos que la habitación extra sirva como habitación del bebé y dormitorio de invitados. ¿Cómo podemos aprovechar al máximo el espacio?»
En la mayoría de casas y departamentos modernos, el espacio está restringido, así que la forma de dividirlo y de usarlo puede suponer un gran impacto para la vida diaria.
Si tenés la suerte de disponer de una habitación extra , puede que transformarla en una habitación para el bebé no sea una opción si la necesitás también para otros fines.
Una habitación con doble finalidad, dormitorio y habitación del bebé, requiere una planificación cuidadosa y una mano de pintura, pero si lo hacés bien, dispondrás del espacio perfecto para los abuelos cuando vengan de visita y un lugar acogedor para que tu bebé sea feliz.
1. Territorio neutro
Una paleta de colores sofisticados y neutros es un magnífico punto de partida para cualquier dormitorio, especialmente uno que tenga que alojar a diferentes edades.
Si la habitación extra es pequeña, decorarla con tonos fríos y claros, como perla o acero, le dará una sensación de brillo y ventilación, perfecta si querés colocar una cama y una cuna.
Para lograr una sensación más íntima y acogedora, optá por tonos neutros versátiles del extremo cálido del espectro, como cocoa, castaña o arenisca.
¿Qué colores?
2. La belleza de los tonos pastel
Si soñás con una habitación de bebé con un esquema de colores al estilo tradicional, pero también querés crear un espacio en el que los abuelos se sientan cómodos, podrías sustituir los rosas dulces y los azules bebé con una paleta de colores más para adultos.
Considerá colores elegantes con tonos refrescantes, como damasco, ciruela, lavanda y menta. Estos tonos atenuados forman la combinación perfecta entre dulzura y sofisticación, y te ayudarán a crear un esquema maravilloso que será bonito y moderno.
¿Qué colores?
3. Divide y vencerás
Si lo que más te atrae es definir los diferentes espacios de la habitación, pensá en crear una pared destacada junto a la cuna o en la cabecera de la cama.
Las rayas gruesas verticales junto a la cuna del bebé quedarán muy elegantes, sobre todo con tonalidades neutras o pastel. Es también una buena forma de añadir interés a esa parte de la habitación sin que parezca demasiado infantil para el resto del esquema.
Para darle un estilo de diseñador más osado a la sección adulta de la habitación, creá un efecto degradado en una pared mediante uno de los tonos pastel que más te guste con una tonalidad más intensa para lograr un contraste agradable. Probá con un amarillo crema claro con una tonalidad limón picante para lograr un aspecto alegre.
¿Qué colores?
5. Aprovechá al máximo tu espacio
Si te cuesta hacer que todo encaje, quizá deberías reconsiderar los muebles. Si ya tenés una cama doble, quizá sea buena idea sustituirla por un futón o sofá cama que pueda actuar tanto para sentarse como para dar de comer al bebé.
Los bebés son pequeños, pero necesitan muchas cosas que hay que guardar al alcance de la mano. Para evitar que el espacio se inunde con peluches y colonias, elegí unidades de almacenamiento apilables y móviles que se puedan colocar con facilidad debajo de la cuna o de un sofá cama.
6. División esfímera
Una cortina colocada alrededor de la cuna o una pantalla plegable puede crear una especie de habitación improvisada para dar la sensación de espacios independientes.
Consejo especial
Decorá un esquema neutro con unas cuantas plantas de fácil cuidado y algunas fotografías enmarcadas. Una pared con retratos familiares es una buena forma de personalizar la habitación, a la que además se pueden añadir nuevas imágenes a medida que crezca el bebé.
